15.5.16

La noche que soñé ovnis

Ahí me encontraba yo, corriendo, tratando de escapar de los vehículos que transitaban por uno de los caminos vecinales que rodeaban aquel campo.
Esquivaba motos, furgonetas y autos, grandes y chicos, algunos llenos de gente. Otros, estaban vacíos, pero igualmente funcionaban, aún sin conductor. Sus faros estaban encendidos y apuntando en dirección a mi. Me sentí prófuga.
En un momento perdido en mi memoria, logré esquivar el último auto y escapé rumbo a donde se encontraba un grupo de personas, todos ellos alrededor de un gran fogón. Observándolos de lejos, eran mis amigos.
Conforme fui acercándome, sus rostros me resultaron cada vez más desconocidos: no eran mis amigos. Pero la preocupación fue interrumpida por miedo. Un gran objeto volaba por el cielo nocturno. Este captó mi atención y la de todos a mi alrededor, incluso la de las personas que conducían aquella cantidad aberrante de autos. El ente extraño se había mostrado por el sur y se encontraba próximo a descender cerca del fogón y de aquellos que una vez trataron de perseguirme sin lograr alcanzarme.
La nave se acercaba cada vez más a la tierra y cuando estuvo a centímetros de tocarla, abdujo a una de las personas desconocidas. En cierto modo me afectó su pérdida. 
Luego aterrizó y lanzó clavos gigantes al suelo, aferrándose a el cual carpa en un campamento de scouts queriendo evitar que el viento de la noche la arrastre y se la lleve. Paradójico.
Una de las estacas fue a parar a centímetros de mi ojo curioso, que en aquel momento, se encontraba pegado a la tierra, junto con mi cuerpo y todos mis miedos. 
La nave se detuvo y todas las luces se apagaron. Me acerqué, temerosa, y noté que su textura por fuera era frágil. Parecía cubierta de papel aluminio, como una nave de juguete construida por un niño de cinco años.
Una voz detrás mío dijo que el papel era para protegerse de la maldad de los humanos. 
Automáticamente, me vi humana, me pensé mala.
Y desperté.

2 comentarios:

  1. cualquier cosa que remita a extraterrestres o cualquier cosa que está más allá de lo que conocemos como espacio, se lleva mi atención.
    la pucha. por más loquito que paresca para algunos, siempre tengo este pensamiento recurrente.. si nuestra galaxia es una piedrita dentro de un arenero inmenso, no es egoista pensar que podemos ser los únicos? es un mar de mundos!
    que se yo, me encanta limar con estos tópicos jaja.
    gracias por pasar, saluditos!

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    1. Pienso lo mismo. No podemos ser los únicos seres en este vasto universo!!

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