27.10.16

Poesía deshilachada


Bajo la línea del horizonte
donde se esconde el astro mayor
ahí, donde termina el monte
se cae la gente por temor

Algunos se caen y otros se tiran
saltan, se arrojan al vacío
y tomados de las manos se miran
los cercanos no entienden el lío

Lío que sin ternura ignoraron
al decir que no podrían lograr
esos sueños con los que se toparon
después de tanto transpirar

Si alguien una sola vez
se hubiera detenido a observar
ese humano no sería ahora un pez
una vida se hubiera logrado salvar

Saquen ese peso del alma
que no se pueden ahogar
porque tal vez nunca vendrá la calma
¿y si somos nosotros los que queremos saltar?

Toda la desidia que alguna vez cargaron
fue acumulándose bajo sus pieles
sin temor sus nudos desataron
venciendo sus temores más crueles

Las almas de esos humanos aturdidos
todas las noches allí flotan
y después de estar tanto tiempo hundidos
llenándose de amor, explotan

Y miles de peces liberan
coloridos, brillosos y saltarines
distintos al desastre que ellos eran
con el dolor y todos sus trajines.