como todos esos poemas que nos leemos a la siesta
antes de cambiar de clima
y abandonar la literatura por la fiesta
levantarnos y con besos y cosas
me digas que a veces soy tierna
tierno es que me regales rosas
y se marchiten y se sequen
pero que los otros no se queden
y me beses mientras hasta el tuétano
y el koxis y las pestañas y las manos
y las pantorrillas y las costillas y a los costados
y los pulmones y atrás de las orejas
y la clavícula y la pierna derecha
y leeme, por favor leeme
que cuando eso pasa
el vacío no avanza
y yo me quedo por acá nomás
tratando de ser como las cosas buenas
estando contenta, siendo feliz
quiero ser tu pan recién horneado
quiero ser tu aprendiz.
Has retomado la escritura, está genial, ese "quiero ser tu aprendiz" es un final fantástico. Abrazos
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